Con dos series escultóricas, Úteruz y 3 Casas Extraordinarias, el Museo Universitario del Chopo presenta el trabajo de Kiyoto Ota Okuzawa, artista japonés con más de 40 años de trayectoria radicado en México.
Relatos Introspectivos.
La exposición reúne seis piezas y esta dividida en dos núcleos que experimentan con representaciones físicas de espacio-lugar, y se contrapone el carácter ordinario contra el extraordinario.
El artista parte de la pregunta: ¿Cómo experimentamos el espacio? refiriéndose al momento en que la casa se transforma en un objeto sin significado, desconocido, sin carácter de lugar. Es con esta premisa que Ota Okuzawa imprime la respuesta en relatos introspectivos a través de sus obras.
La exposición abre con tres esculturas ubicadas en la galería alternativa del museo donde se despliegan tres formas de madera con impecable manufactura. De diferente tamaño las tres encapsulan por un momento un espacio que apela a la curiosidad y al sentimiento de querer entrar.
Para el artista estas tres piezas representan el comienzo del proceso creativo de la serie que inicia en la década pasada. Úteruz es una especie de casa primitiva, en esta serie se evoca a la memoria lejana y vital del útero materno, el primer lugar que todo ser humano habita.
En la galería del Sur se encuentran obras que contrastan la idea de casa como sinónimo de resguardo, seguridad, y estabilidad. Este grupo esta hecho bajo el concepto de «contrauteruz» y se compone de tres casas que incorporan elementos ajenos que trastocan su funcionalidad.
Casa de Alicia recibe al visitante y es una pieza en la cual sus escaleras se van haciendo más estrechas conforme se sube. Esta casa juega con la lógica al dar la sensación de que la dimensión del cuerpo humano aumenta haciendo difícil el asenso por la escalinata.
En Casa vacía el espacio esta conformado de dos pasillos por los que circula viento producido por ventiladores. La ausencia de habitaciones y el viento constante hacen del espacio un lugar de tránsito.
Casa de Lluvia se encuentra al fondo de la galería e incorpora el agua como elemento externo que contradice la noción de cobijo. En su interior caen gotas sobre agua estancada creando una incesante sonoridad que evoca a la nostalgia mientras la humedad se hace presente.
«Parecen casas ordinarias pero no lo son, su existencia ha quedado incompleta y son percibidas como algo irreal. Al liberarlas del significado de casa, como un lugar, las transformo en espacio» comenta el artista Kiyoto Ota Okuzawa.
En su obra se encuentran prácticas que remiten al arte povera, al incluir la reflexión sobre procesos, materiales poco convencionales, el desvanecimiento de los límites entre objeto y las condiciones ambientales que lo rodean.
La curadora Itzel Vargas subraya el elemento personal de la obra al añadir que «en japón cuando se mueren los padres siempre el hombre primogénito es el que hereda la casa, dado que el vive aquí, la casa de sus padres quedó vacía, cada vez que el regresa a japón le duele ver como su casa esta mas deteriorada».
Para Vargas, Ota Okuzawa es un artista que debería tener más presencia en el panorama artístico por la calidad y relevancia de su trabajo. En este sentido esta exposición significa «una oportunidad para acercar la obra de Ota a generaciones jóvenes».
En su obra también esta presente la tradición oriental de posguerra conocido como Mono-ha, que busco trascender el modernismo occidental a través de la reducción del objeto hacia el fin de la representación y reconsideración de las culturas indígenas orientales.
La introspección bajo el lenguaje plástico a cargo de Kiyoto Ota Okuzawa deja resonando planteamientos. Este acercamiento sugiere la búsqueda de su trabajo, esperando a que nuevos espacios se abran al diálogo propuesto por este artista.
La exposición 3 casas extraordinarias permanecerá abierta hasta el 3 de diciembre.
